Once personajes, libremente inspirados en los caracteres del Testigo Auricular de Elías Canetti se encuentran en un crucero sobre un trasatlántico, su destino es desconocido. Amnésicos, presos de su manías y sus obsesiones, son confrontados los unos con los otros, hasta el punto en donde los códigos sociales parecen extraños. Probablemente más primitivos de lo que parece, se sienten invadidos por una irresistible necesidad gregaria y de lucha territorial, oscilan entre lo individual y lo social, afirmando su identidad en encuentros perturbadores con el otro hasta adoptar comportamientos «clonados» que dan una respuesta a sus problemas.

Latitudes Cruzadas es hijo de una historia, aquella que comienza en 1975 cuando Jean Asselin y Dense Boulanger, co-fundadores de Ómnibus de una parte y Claire Heggen e Yves Marc co-fundadores de Teatro de Movimiento se encuentran en la escuela de Etienne Decroux. Esta relación continúa con las primeras colaboraciones entre Teatro Línea de Sombra y Ómnibus, entre las tres compañías, el telón se levanta y se solidifica con los encuentros. Estudios, enseñanza, giras, afinidades artísticas y amistades profundas, todos los pretextos fueron buenos para el intercambio. La colaboración artística alrededor de la creación de Latitudes Cruzadas es muestra de la determinación política que confirma a las tres compañías un lugar en el cuadro de las colaboraciones culturales internacionales de cada uno de los países. Este proyecto utópico es posible gracias a la complicidad  que nace de las tres compañías originadas en una misma escuela de pensamiento teatral. Comparten el sentimiento a través de esta colaboración artística y cultural de inscribirse de alguna manera en la historia de la evolución de la mima contemporánea.