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Transversales dedica uno de sus segmentos al encuentro entre artistas cuyas trayectorias se caracterizan por intensos y profundos procesos de investigación, aunque su modo de volverse públicos no está dado por anticipado, es heterogéneo, está dispuesto a la experimentación y va cobrando forma a partir de dislocaciones, interrupciones, dudas y ensayos. Transversales convoca el diálogo y reflexión entre creadores cuyos haceres se caracterizan por lo que Jacques Rancière ha denominado “lo indisciplinado”.  Este término no alude a la expansión de una disciplina o su cruce con otras. Por el contrario, la indisciplina manifiesta, desde las prácticas, un rechazo hacia la distribución de capacidades, lenguajes y atribuciones, en tanto jurisdicciones que limitan las posibilidades de interlocución. Estas mesas de diálogo abren un campo común desde donde ver que, pese a la violencia imperante, el arte y los artistas ejemplifican posibilidades de agenciamiento sobre nuestras realidades y tiempos.

 

¿Por qué estos artistas hacen lo que hacen? es la pregunta nodal de esta edición, a partir de la cual los participantes desdoblarán sus motivaciones e intereses, y las condiciones que les han permitido desarrollar (o les ha colocado dentro de) una práctica artística. ¿Qué eventos y situaciones se vuelven urgentes de abordar? ¿En qué medida las prácticas artísticas permiten procesar el presente y dar forma a la memoria? ¿Qué decisiones y temporalidades dan vigencia a ciertas investigaciones, trabajos o proyectos artísticos? ¿Qué recursos y medios están disponibles y cuáles exigen ser apropiados? ¿Cuántos descartes o demoras trascurren en paralelo a la realización de una puesta en escena, una exposición o una presentación?

 

Posiblemente el mayor potencial del arte en nuestros días sea permitirnos enfrentar productivamente la incertidumbre para transformarla en cuestionamientos concretos con formas más definidas. Los artistas invitados a esta mesa de diálogo exponen las singularidades de historias individuales que han sido truncadas—arrasando así con las personas y las subjetividades—e investigan cómo el estado de excepción se implanta como cotidianidad. Su trabajo nos confronta y demanda, pero también genera sintonías que sugieren posibles espacios para la compasión y la solidaridad, y preservan—así—un horizonte para la dignidad humana.

 

Carmen Cerberos